En aplicaciones industriales, la fortaleza de las soldaduras y de las varillas utilizadas para realizarlas es un factor que puede hacer la diferencia en la integridad del sistema.
Cuando tienes tuberías de CPVC industrial, existen dos modos de realizar una soldadura:
En este artículo haremos referencia a la primera modalidad, con especial enfoque en la resistencia de las varillas utilizadas en el proceso.
La integridad de las soldaduras, sea cual sea el uso final que reciba el CPVC instalado, bien sea en forma de tuberías o de láminas, resultará clave en la durabilidad de la instalación que se realiza. Conviene recordar en este punto que las varillas de soldadura, como cualquier otro componente del sistema, pueden fallar por efecto de la corrosión, la presión o la temperatura a la que el material queda expuesto una vez que la instalación entra en operaciones.
Las juntas soldadas, generalmente aplicadas como un refuerzo para garantizar la integridad estructural de una instalación, deben contar con las mismas características de resistencia que el resto del sistema para proporcionar la durabilidad que se espera del CPVC. Por este motivo, es fundamental enfocarse en tres factores clave:
La composición química y molecular de las varillas utilizadas para la soldadura tiene que ser equivalente a la del resto del CPVC utilizado en la instalación.
Así como en el caso de las uniones hechas con cemento solvente, es necesario que la química de los componentes sea igual para que la fortaleza de las uniones entre las diferentes partes del sistema esté garantizada, pues se producirá una fusión química que “ensamblará” las partes como un todo, evitando puntos de falla.
Para garantizar la confiabilidad y durabilidad del sistema, será necesario tomar en consideración 5 pruebas específicas para elegir las varillas y láminas o tubería de CPVC industrial que serán utilizadas; estas son:
Más allá de tener claro que la composición química de las varillas y el CPVC utilizado sea la misma, es importante estar seguro de que el fabricante sea el mismo. Esto garantizará:
Es importante que tengas certeza de que la composición química del material sea la misma, para asegurar que las moléculas de las láminas y varillas se enreden totalmente y los espacios libres sean mínimos. De no ser así, la debilidad en las uniones aceleraría la velocidad de degradación de los sistemas instalados.
Lograr crear cordones confiables que unan las diferentes partes del sistema mediante la soldadura depende de un factor final: contar con un fabricante o soldador que tenga la habilidad y experiencia para conseguir, consistente y constantemente, que las soldaduras tengan la calidad necesaria.
Un soldador poco calificado puede dar lugar a soldaduras en frío que ocurren cuando la soldadura se ve completa, pero el entrelazado entre las moléculas no es total. En estos casos, el cordón de soldadura puede llegar a un punto de falla.
Una soldadura adecuada, con un factor de eficiencia de al menos 80% que es el valor recomendado, depende de seleccionar adecuadamente el equipo y los materiales, de una preparación correcta y de una ejecución apropiada de acuerdo con las exigencias a las que será sometido el sistema.
En este sentido, en Corzan® trabajamos con tubería de CPVC industrial y para aplicaciones de almacenamiento y transporte que tiene alta tolerancia a sustancias agresivas y no recomendadas para cualquier tipo de material.
Contáctanos si estás considerando utilizar el material en alguno de tus proyectos o necesitas información acerca de las capacidades del compuesto, nuestros expertos podrán ofrecerte respuestas.