By: Corzan Plumbing on diciembre 8th, 2022
3 factores clave en la confiabilidad de las varillas de soldadura de CPVC
En aplicaciones industriales, la fortaleza de las soldaduras y de las varillas utilizadas para realizarlas es un factor que puede hacer la diferencia en la integridad del sistema.
Cuando tienes tuberías de CPVC industrial, existen dos modos de realizar una soldadura:
- Soldadura de aire caliente a alta velocidad
- Soldadura a tope de placa caliente
En este artículo haremos referencia a la primera modalidad, con especial enfoque en la resistencia de las varillas utilizadas en el proceso.
La integridad de las soldaduras, sea cual sea el uso final que reciba el CPVC instalado, bien sea en forma de tuberías o de láminas, resultará clave en la durabilidad de la instalación que se realiza. Conviene recordar en este punto que las varillas de soldadura, como cualquier otro componente del sistema, pueden fallar por efecto de la corrosión, la presión o la temperatura a la que el material queda expuesto una vez que la instalación entra en operaciones.
Las juntas soldadas, generalmente aplicadas como un refuerzo para garantizar la integridad estructural de una instalación, deben contar con las mismas características de resistencia que el resto del sistema para proporcionar la durabilidad que se espera del CPVC. Por este motivo, es fundamental enfocarse en tres factores clave:
1. La composición de las varillas debe ser igual a la de las láminas o tuberías
La composición química y molecular de las varillas utilizadas para la soldadura tiene que ser equivalente a la del resto del CPVC utilizado en la instalación.
Así como en el caso de las uniones hechas con cemento solvente, es necesario que la química de los componentes sea igual para que la fortaleza de las uniones entre las diferentes partes del sistema esté garantizada, pues se producirá una fusión química que “ensamblará” las partes como un todo, evitando puntos de falla.
Para garantizar la confiabilidad y durabilidad del sistema, será necesario tomar en consideración 5 pruebas específicas para elegir las varillas y láminas o tubería de CPVC industrial que serán utilizadas; estas son:
- Clasificación de impacto Izod: es una prueba ASTM destinada a determinar la resistencia del material a impactos. En el caso de Corzan®, la resistencia probada es de 6 pies libras/pulgada cuadrada, lo que equivale a un aproximado de 10 veces la resistencia probada de otros CPVC genéricos.
- Temperatura de distorsión por calor (HDT por sus siglas en inglés): también llamada temperatura de deflexión por calor, se trata de una prueba para definir la temperatura más alta que soporta un material antes de deformarse. Corzan® tiene una resistencia de 93.3°C (200°F), mientras el CPVC de otras marcas suele llegar a tolerar cerca de 85°C (185°F).
- Resistencia a la tracción: una medida de la fuerza aplicada que puede soportar un material para recuperar su forma; Corzan® alcanza 7,410 psi, en cambio otros CPVC rondan los 6,500 psi.
- Módulo de tracción: define la rigidez y es una medida en la que los valores bajos pueden indicar problemas de peso molecular o calidad de la fusión. Corzan® CPVC registra 388,000 psi.
- Punto de reblandecimiento Vicat: se trata de la temperatura a la cual un material sin punto de fusión definido comienza a ablandarse. Aunque la temperatura de reblandecimiento de otros CPVC ronda los 90°C (194°F), en Corzan® CPVC es de 100°C (212°F).
2. El fabricante de las varillas y los demás componentes de CPVC debe ser el mismo
Más allá de tener claro que la composición química de las varillas y el CPVC utilizado sea la misma, es importante estar seguro de que el fabricante sea el mismo. Esto garantizará:
- Que el material terminado tenga la máxima resistencia química.
- Que las moléculas de CPVC se derritan y desenreden completamente.
- Que las moléculas de ambas partes del material (varillas y láminas) se enreden nuevamente tras el proceso de soldadura, con la dispersión de aditivos que mejore el rendimiento y la fortaleza de las uniones.
- Que las moléculas se enreden de la forma más ajustada posible para que quede el menor volumen libre que se pueda lograr.
Es importante que tengas certeza de que la composición química del material sea la misma, para asegurar que las moléculas de las láminas y varillas se enreden totalmente y los espacios libres sean mínimos. De no ser así, la debilidad en las uniones aceleraría la velocidad de degradación de los sistemas instalados.
3. Efectividad de la soldadura y la fabricación
Lograr crear cordones confiables que unan las diferentes partes del sistema mediante la soldadura depende de un factor final: contar con un fabricante o soldador que tenga la habilidad y experiencia para conseguir, consistente y constantemente, que las soldaduras tengan la calidad necesaria.
Un soldador poco calificado puede dar lugar a soldaduras en frío que ocurren cuando la soldadura se ve completa, pero el entrelazado entre las moléculas no es total. En estos casos, el cordón de soldadura puede llegar a un punto de falla.
Una soldadura adecuada, con un factor de eficiencia de al menos 80% que es el valor recomendado, depende de seleccionar adecuadamente el equipo y los materiales, de una preparación correcta y de una ejecución apropiada de acuerdo con las exigencias a las que será sometido el sistema.
En este sentido, en Corzan® trabajamos con tubería de CPVC industrial y para aplicaciones de almacenamiento y transporte que tiene alta tolerancia a sustancias agresivas y no recomendadas para cualquier tipo de material.
Contáctanos si estás considerando utilizar el material en alguno de tus proyectos o necesitas información acerca de las capacidades del compuesto, nuestros expertos podrán ofrecerte respuestas.