Los sistemas de filtrado de membranas avanzan a un ritmo vertiginoso en la industria de alimentos, donde esta tecnología es utilizada para procesos de absorción, destilación, microfiltración, nanofiltración, ósmosis inversa y desalinización. Sin embargo, a medida que se registran avances, también aumenta la dependencia de los sistemas de tuberías para mantener la pureza de los fluidos con los que se trabaja.
1. Proceso de filtrado con tecnología de membranas
Respecto a la tubería para alimentos, una de las aplicaciones de Corzan® CPVC, son notables los efectos de su uso en los procesos que incluyen cloro álcali, un proceso que lleva a la obtención de productos que se utilizan en numerosas actividades con químicos industriales.
En esta área, la tecnología de filtrado de membranas se emplea en electrólisis, donde una corriente eléctrica genera una reacción química que convierte agua salada o salmuera en cloro, hidrógeno, hidróxido de potasio e hidróxido de sodio.
Las celdas de las membranas sensibles a la carga eléctrica están diseñadas para permitir sólo el paso de iones positivos. Sin embargo, su funcionamiento puede verse afectado por contaminantes como los iones minerales de calcio, magnesio, silicio, níquel, plomo o estaño que se desprenden de las tuberías u otros componentes del sistema como resultado de las reacciones químicas.
Cuando ocurre la contaminación por esta causa, puede haber distintos resultados:
● Que la eficiencia de los equipos disminuya.
● Que la integridad del proceso se vea comprometida, poniendo en peligro la producción.
● Que el tiempo de vida útil del sistema se reduzca.
En vista de ello, un proceso con alta eficiencia puede no ofrecer los resultados esperados debido a la contaminación con elementos no deseados que son subproductos de la operación.
2. ¿Cómo lograr la pureza en el procesamiento químico?
El valor de los sistemas de filtrado de membranas en el sector industrial no se limita al procesamiento de salmuera saturada en la producción de cloro álcali. La tecnología ha tenido éxito en aplicaciones con agua desionizada, agua de procesos (agua que se utiliza en actividades específicas dentro de la industria, como son fases de producción, enfriamiento o limpieza), ácido clorhídrico, hipoclorito de sodio y ácido sulfúrico. Todas son actividades en las que resulta fundamental que se introduzcan al sistema exclusivamente los elementos que deben ser procesados, sin ningún otro compuesto.
En estos casos, Corzan® CPVC garantiza que no habrá desprendimiento de material de la tubería que interfiera con los procesos químicos requeridos, e impulsa de esta manera la efectividad de los sistemas de membranas.
El secreto para mantener un proceso limpio es asegurarse de que en los sistemas no haya componentes que reaccionen con el medio. Sin embargo, lo que se considera “pureza” en una operación puede ser un concepto bastante diferente en otra actividad. Por eso resulta esencial comprender cómo los materiales de tuberías pueden interactuar de forma indeseable, generando reacciones químicas secundarias tanto en operaciones normales como en condiciones anormales. Al elegir un material como insumo de tubería para alimentos, garantizar que no provocará reacciones no deseadas es un factor clave.
3. Mejorando el rendimiento de tuberías tradicionales
Las opciones típicas de materiales de tuberías van desde acero al carbono (que puede ser susceptible a la corrosión) y acero inoxidable hasta tuberías revestidas de fibra de vidrio. En algunos casos también se utilizan diversas aleaciones exóticas costosas. Sin embargo, diversos materiales pueden ser vulnerables a la lixiviación (el proceso en el que se extraen elementos sólidos de un compuesto mediante la adición de un disolvente líquido), lo que disminuye la eficacia de la tecnología de membranas porque los sistemas de tuberías no son químicamente inertes.
En las condiciones descritas, el uso de termoplásticos, y específicamente de tuberías de Corzan® CPVC, ha demostrado ser más rentable y confiable que el empleo de otros materiales. La tubería de Corzan® CPVC actúa como una capa resistente y químicamente inerte que ayuda a proteger la limpieza del flujo de ácidos, bases y sales que no deberían estar presentes en el procesamiento industrial.
Las tuberías y accesorios de Corzan® CPVC son adecuados para procesos con reacciones químicas en las que la pureza es determinante, incluida la aplicación como tubería para alimentos. Sin embargo, el CPVC también puede emplearse en sistemas hidráulicos, como es el caso de FlowGuard®, utilizado en instalaciones hidráulicas residenciales, o BlazeMaster®, diseñado para sistemas de protección contra incendios.
Para conocer más acerca de las propiedades de Corzan® CPVC, sus capacidades y los usos industriales que se le pueden dar, no dudes en contactarnos.
